¡Increíble!

¿Cómo podemos jugar tan mal? Me quiero morir. ¡Otra noche negra! ¡Qué baile que nos están dando!Todas esas expresiones pasaron por nuestras cabezas al terminar el primer cuarto. Y quedaron instaladas en las mentes atenienses al finalizar el partido, aunque seguramente con distinto lenguaje.

Los parciales de los cuartos nos dan una idea:
1º: Atenas 37 - Trouville 17 ; 2º: Trouville 53 - Atenas 51 ; 3º: Atenas 71 - Trouville 69
Final : Trouville 96 - Atenas 86

Empezaron para matarnos. Más bien, lo nuestro era un suicidio. Nos hicieron todos goles fáciles, no marcábamos, no teníamos gol ni actitud. Fue un primer cuarto desesperante.

Cambió drásticamente en el 2º cuarto. Hay que destacar el muy buen ingreso de Matías Lado y Martín Aguilera. Bien en la marca, robos en primera línea, gran porcentaje de triples y actitud en la defensa. Se ofuscaron los armadores rivales y se cargaron de faltas.Increíblemente nos fuimos ganando el primer tiempo.

El tercer cuarto fue el más parejo, y aunque se fueron arriba en el marcador, daba la sensación que nosotros jugábamos mejor. Y ya promediando el último cuarto los destrozamos, los arruinamos y les pasamos por encima, provocando el malestar de la hinchada contraria que se quería comer a sus jugadores.

El goleo fue repartido, comandado como casi siempre por Levi, con buenos aportes de Martín, Juliano, que tuvo un reingreso espectacular y Grimes. También contribuyeron Juan M. Garbarino y Mauricio. Mención especial para M. Lado en la marca y conducción. Ya lo viene haciendo en los últimos encuentros. Todos los que jugaron, aportaron y tuvieron momentos importantes.

Como reflexión final, queda la duda de cómo se puede jugar tan mal en un momento y tan bien en otro.
Y volvimos en caer en el error de regalar los primeros minutos.
Después se hace muy difícil recuperar y no contra todos los rivales lo podemos hacer. Ahora, si jugamos como lo hicimos en algunos pasajes del segundo y del último cuarto, ¡Ojo con nosotros!

Una última observación:
Al principio, cuando las cosas no salían, algunas decisiones arbitrales sacaron de las casillas (quizás con razón) a algunos hinchas rojos. Se acercaron a los límites de la cancha y descargaron su ira contra los preclaros señores jueces.Muchachos: sé que es difícil contenerse ante ciertas joyitas habituales, pero actitudes exageradas el día que perdimos contra Tabaré en su cancha, nos llevaron a contar con antecedentes, que desembocaron en el fallo del partido contra Hebraica cerrándonos la cancha por seis fechas. Aparece como una gran injusticia, pero las cosas son así. No metemos miedo a nadie, ni le vamos a pegar (espero) a ningún juez, pero por obrar sin reflexionar y alocadamente, nos comemos unos garrones tremendos.Esta vez, la cosa pudo ser solucionada conversando con los señores encargados de impartir justicia, pero hay formas y formas de gritar. Se puede alentar y expresarse sin caer en dichos que nos pueden costar más caro aún. Ya sé que con otras hinchadas la cosa es distinta y no miden con la misma vara, pero ¿saben una cosa? Nosotros también somos distintos y no tenemos por qué caer en la misma.

Vamos arriba la Roja!
AB