La primera en casa

Como en el truco, la primera en casa es fundamental.

Íbamos de punto, aún con el plantel completo, se complicó la lesión de Lewis y la idea general era que Atenas ganaba fácil. Una práctica para los de Palermo, decía un conocido periodista, pero como dice él mismo: es deporte, y los partidos hay que jugarlos para ganarlos.

Las tribunas del Cilindro no reflejaban ese sentimiento, no más de 400 hinchas de Atenas y cerca de 700 de Trouville.

Arrancamos un primer cuarto bajísimo en goleo, pasaron más de dos minutos para que el tablero se moviera. La propuesta del rojo era mantener un tanteador bajo y lo conseguimos. Arrancamos con Mauricio, Mauro, Martín, Juliano y Gordon, a los seis minutos cambiamos la base, y Matías terminó de anular por completo a Rivero. Los primeros diez terminaron en empate en 13.

Arrancamos el segundo cuarto con un parcial 11-2, diferencia que de ahí en más supimos manejar. Entró Jhonny a la cancha, colocando tres triples y dando una buena mano en defensa. La nota negativa era que Juliano salía con un dolor en el muslo izquierda. Robamos varias pelotas en la primera línea y nos fuimos al descanso largo con una renta de nueve puntos, 36-27.

Comenzado el segundo tiempo nos comemos un parcial de 0-7, y Atenas nuevamente en partido. Entró Cocochito aportando velocidad al ataque, Gordon siguió gravitando y Jhonny siguió muy enchufado para volver a sacar diferencias, irnos hasta 11 puntos arriba y encarar la etapa final con ocho de ventaja, 58-50.

El último cuarto lo empezamos bien, llevábamos una buena diferencia hasta que un par de errores nuestros, sumados a un arbitraje bastante flojo permitieron a Atenas ponerse a tiro. En ese momento reapareció Martín, quien junto a Gordon terminó de sentenciar definitvamente el partido a favor de quien iba de punto. Troville 80 - Atenas 70.

El rojo pegó primero. Una alegría tremenda.

El lunes 15 nos volveremos a ver en el Cilindro.

Nos vemos,
DR